martes, 4 de julio de 2017

Tiempos de revolución

Como todo argentino de bien, estoy un poco a favor de las revoluciones. Y en esta nota quiero hablar un poco de eso: de revolución. ¿Qué es la revolución? La revolución, como todos conocemos, es un tipo de cambio. Cambio que puede ser económico, social, cultural, político y/o etc.

¿Pero cómo logramos un cambio en tiempos de cambio?? Así es: cada vez es más difícil lograr un cambio beneficioso. Porque mi concepto de revolución es un cambio para bien, pero el problema es que para mí está bien lo que para otro está mal.

Por ejemplo, el alumno de secundaria que desaprueba la materia se excusa con el odio que el profesor tiene para con él, pero pasa que tal puberto se cree un capo por molestar al profesor (y este lo tiene de punto por no estudiar). Este  caso es justamente lo contrario a toda revolución. El chico se cree revolucionario por ir en contra del sistema, el problema es que el sistema se lo terminará comiendo a él. La revolución, en este caso, no sería ir contra el sistema sino vencerlo: ir hacia el mismo lugar, pero superarlo. Que el profesor te odie y aun así aprobar la materia. Eso es revolución... No es culpa del pibe sino del errado concepto que tiene sobre revolución. Está bien, él es joven y ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.

Juventud divino tesoro. El problema es que mientras más joven sos, menos cosas te parecen revolucionarias porque las generaciones van cambiando y aceptando cosas nuevas. Pero hay que entender que son generaciones diferentes, que el concepto de revolución es el mismo que el que tenemos nosotros pero ellos lo aplicarán siempre sobre un entorno diferente al tuyo. Por eso, si sos joven y ves que tus viejos reenvían esa cadena falsa inventada por un twitero que dice que hotmail dejará de ser gratis, vos te crees un superado, un adelantado. Por eso te parece excesivamente facho ese tío que piensa que matarlos a todos es la solución a la inseguridad, cuando vos todavía crees en la educación. Y esa es la demostración de que todavía crees en superar al sistema.



Por eso los jóvenes bancamos a toda persona que proteste, que diga, que vea y que quiera mejorar las cosas. Bancamos a los que piden que se acaben los despidos y no nos saquen las vacunas. Bancamos a esos periodistas independientes que nos quieren mostrar la posta, y no los que les dice el jefe. Bancamos a las minas que salen a pedir a gritos que no las maten más. Bancamos la revolución, bancamos fuerte. Y repudiamos también. Repudiamos a los viejos que están en contra de la revolución. A esos que en lugar de cambiar las cosas, les cambian el nombre pero no hacen nada para el cambio en sí, como los que le pusieron feminazi a una piba que solo salió a pedir que no la maten. Repudiamos a ese Roberto que te dice que odia a los putos pero es número uno en consumo de travestis de zona sur. Repudiamos a los medios que quieren decirte cómo pensar y cómo actuar cundo lo único que quieren es confundirnos, desinformando.

Así que si no te gusta tu trabajo, no renuncies, solo mejoralo o crea tu propio puesto de trabajo, pero nunca dejes de intentarlo porque ahí está lo que queremos. La revolución está en nuestras mentes, pero sólo la veremos en nuestros actos. Y vos, ¿qué vas a hacer hoy por la revolución y por la Patria?

Buen fly!!
Rolando Garros

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